El ejemplar de carpa, que puede representar todo un récord en la provincia de León, fue capturado en El Bierzo la pasada semana y pesó 18 kilos. Si bien las carpas, en sus tres especies, pueden llegar a medir 1,2 metros y alcanzar un peso de cuarenta kilos, habitualmente los mayores ejemplares que se capturan en la provincia miden entre 60 y 90 cms. y pesan entre ocho y nueve kilos. Como curiosidad este pez es sumamente longevo, pudiendo alcanzar una edad de 65 años. Gregario por naturaleza cuando alcanza una talla respetable suele convivir en grupos de cuatro o cinco individuos como máximo. Se le ha llegado a considerar nocivo en determinados habitats, ya que consume gran cantidad de plantas subacuáticas que sirven de alimento y refugio a otras especies. Pese a que prefiere las aguas cálidas y resiste bien la falta de oxígeno disuelto, está proliferando también en ciertas aguas trucheras como el embalse de Barrios de Luna.

La reproducción la realiza a partir de la primavera hasta bien entrado el verano. Puede llegar a depositar hasta un millón de huevas que quedan adheridas a las plantas acuáticas donde son fecundadas por los machos, si bien lo normal es que la puesta sea de unos trescientos mil. A diferencia de otras especies tarda bastante en alcanzar la madurez sexual, unos cuatro años en las hembras y algo menos en los machos. El gran tamaño que puede alcanzar, unido a la fuerza que desarrolla una vez prendida en el anzuelo, son alicientes que están despertando gran afición en León, que hasta hace poco estaba volcada básicamente en las truchas. Precisamente los aficionados a la pesca de ciprínidos, que han constituido una asociación, reclaman con insistencia ante la Junta la creación de un escenario deportivo en la provincia.